Cada fibra de mi ser,
cada centímetro de piel,
cada beso,
cada roce,
cada ausencia,
cada presencia de tu ser.
Entonces cuando te pienso,
en cada nuevo amanecer,
subyace el momento,
del ultimo encuentro,
y como si fuese el ayer,
despierto buscando el descanso,
que encontraba en tu regazo,
en tu abrazo y tibieza de tu piel.
La esperanza renacida,
brilla como una sonrisa,
y se entrelaza con las prisas,
de las horas, de los días, de los años,
de la gente que transita,
y de la vida que se va acabando.
En espera del regreso
de aquel desconocido,
que será mi mundo vivo,
y ya no habrá quebrantos y suspiros.
hmtv. Enero 2017.
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