Inedito



Mientras más se acerca  el día 
en que mi barco  de zarpar,
dejando atrás la vida mía, 
que glorias y derrotas forjaron mi alma,
el yugo que representa la mortalidad 
y los genes que la alargan,
pronto mi barco partirá 
y no queda ni una esperanza,
de algún día volver jamás.
Adiós ¡oh almas que se quiebran por el dolor de  una perdida!
adiós ¡naturaleza que inunda de perfumes mi vida entera!
adiós ¡calles silenciosas y desiertas, a entradas horas de la noche,
y bulliciosas y escandalosas a determinados momentos del día!
¡Bienvenido sea el nuevo mundo, la nueva era, el tiempo
de lo profundamente meditado!
El amor por largo tiempo dormitado,
las risas por largo rato acalladas y los gritos de jubilo y de canto,
imperan e impregnan a cada paso agigantado,
cada año que va pasando, 
y el ahora ha marcado ya una diferencia,
el cambio se siente en el ambiente,
 se percibe, se palpa, se inhala,
vientos refrescantes, fuego que no acaba, 
y agua salada surcando los mares,
más todo limpio, sereno, agradable a la vista, al olfato y al tacto,
y al entrecerrar los ojos, lo que se experimenta es inexplicable,
 y la sonrisa
¡imborrable!

hmtv65 diciembre 2016


Comentarios