Todo parecía sombrío, en tonos grisáceos, como mirando a través de un tubo de papel, los sonidos se escuchan como ecos retenidos allá a lo lejos, a mi alrededor decenas de niños sonrientes, pintados, alados, con vestimentas de colores varios, saltaban, corrían, reían, gritaban, me veían de pies a la cabeza, uno hasta me saludo y con tono burlón me revisó de arriba a abajo, dando vueltas en derredor mio, tirando de lo que a mis espaldas estaba sujeto, pasando por los tubos de cartón que simulaban tanques de oxigeno, lápices de colores o crayolas, -"mira, mira, estos no sirven!!"de pronto recordé al mirarme a un espejo, es el festival de primavera o del día del niño?, en fin de esos festivales en que los infantes de Jardín de niños, se ven obligados a disfrazarse para ser aceptados como social-mente activos,(aunque no todos los peques concuerden con el suceso).
Y me vi así, vestida completamente de blanco y plata, botas simulando piel de cocodrilo pintadas color plata, mayas blancas, falda plateada, camisa blanca, pliegos de cartón enrollados de tal forma que simulaban tanques de oxigeno sujetos de unas bandas colocados en mi espalda.
Un sentimiento vagaba por mi pequeño cuerpo e inundaba de temor mi corazón, hoy se que ese sentimiento se llama "vergüenza", y me sentí como una avestruz, queriendo ocultar mi cabeza, para dejar de escuchar las risas burlonas de mis compañeros, tragándome las lágrimas, me deje llevar de la mano por los docentes al lugar del festejo, dulces, refrescos, piñatas y ¡oh felicidad!, regreso a la casa, con papá y mamá.
hmtv65
Y me vi así, vestida completamente de blanco y plata, botas simulando piel de cocodrilo pintadas color plata, mayas blancas, falda plateada, camisa blanca, pliegos de cartón enrollados de tal forma que simulaban tanques de oxigeno sujetos de unas bandas colocados en mi espalda.
Un sentimiento vagaba por mi pequeño cuerpo e inundaba de temor mi corazón, hoy se que ese sentimiento se llama "vergüenza", y me sentí como una avestruz, queriendo ocultar mi cabeza, para dejar de escuchar las risas burlonas de mis compañeros, tragándome las lágrimas, me deje llevar de la mano por los docentes al lugar del festejo, dulces, refrescos, piñatas y ¡oh felicidad!, regreso a la casa, con papá y mamá.
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