Por la inmensa arena dorada, junto al mar te fui a buscar, caminando bajo el sol inclemente, y cubriendo mi cuerpo en sal.
Las comisuras de mis ojos, las agrietada piel de mis labios, musitaban te buscan, pronunciaban tu nombre, me acerque a la blanca espuma de las olas, para sentir mi piel acariciar.
Cuando el mar tocó mis pies, sentí una dicha sin igual, me adentre un poco, sintiendo la caricia de las olas cada vez más hacia arriba, de mis pies a las rodillas, de las rodillas hacia mi cintura, ¡ohh que delicia, que frescura!
Regocijan dome salte y baile a la orilla del mar, juntando caracolas y conchas nácar y estrellas marinas.
Regresé sobre mis pasos, sintiendo el atardecer sobre mi espalda, escuchando el grito de las gaviotas, y el susurrar de las palmas.
Me recosté sobre una hamaca, mientas el viento me mecía y flotaba mi cabello, entrecerre los ojos, para visualizar tu rostro y recordar tu sonrisa, luego imaginando tus caricias mi cara, deslizaste tus manos hacia las mías entrelazándolas, y al fin me diste un tierno beso, inundando mi corazón de dicha y alegría.
Y viviré soñando tu amor, día a día.
Tal un día mi amor, será correspondido, con el hombre que habita el pensamiento mio.
hmtv
Las comisuras de mis ojos, las agrietada piel de mis labios, musitaban te buscan, pronunciaban tu nombre, me acerque a la blanca espuma de las olas, para sentir mi piel acariciar.
Cuando el mar tocó mis pies, sentí una dicha sin igual, me adentre un poco, sintiendo la caricia de las olas cada vez más hacia arriba, de mis pies a las rodillas, de las rodillas hacia mi cintura, ¡ohh que delicia, que frescura!
Regocijan dome salte y baile a la orilla del mar, juntando caracolas y conchas nácar y estrellas marinas.
Regresé sobre mis pasos, sintiendo el atardecer sobre mi espalda, escuchando el grito de las gaviotas, y el susurrar de las palmas.
Me recosté sobre una hamaca, mientas el viento me mecía y flotaba mi cabello, entrecerre los ojos, para visualizar tu rostro y recordar tu sonrisa, luego imaginando tus caricias mi cara, deslizaste tus manos hacia las mías entrelazándolas, y al fin me diste un tierno beso, inundando mi corazón de dicha y alegría.
Y viviré soñando tu amor, día a día.
Tal un día mi amor, será correspondido, con el hombre que habita el pensamiento mio.
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