La vida



En el camino de la vida encontramos infinidad de sensaciones, experiencias y emociones. Si bien recordar no te empobrece, los momentos bellos que vienen a la mente te ennoblecen, te hacen fuerte y fortalecen porque si los tomas en cuenta, verás cuan valioso fue ese instante para ti y los demás, aprendiste a sonreír, también a amar y compartir. Entendiste que el dolor es necesario a una medida, innecesario es prolongar lo que te lastima, invaluable el momento de seguir feliz con tu vida, siendo tu, y no el reflejo de las venalidades del mundo que al final no sirvieron para nada, que si bien brillaste solo un segundo, siendo tu mismo, brillaras eternamente en los corazones de tus seres queridos, quienes como tu, hoy, algún día serás para ellos el mejor de los recuerdos y esos no se olvidan.
Nunca dejemos de ser niños, en cuanto mostrar entusiasmo por cosas nuevas, por conocer nuevos caminos, curiosear en la naturaleza y nunca dejar de sorprendernos por el vuelo de un pájaro, un sol brillante, el sonido de las olas golpear sobre la arena, el murmullo de los ríos correr entre las piedras, el aroma de una flor o el deleite de un sabor a dulce fruta o pan recién horneado, los fritos de la calle al paso de la gente, autos y animales. Sentirse vivos incluso cuando soñamos, incluso cuando triunfamos, incluso cuando somos derrotados, cada día, cada instante o segundo es un nuevo comienzo, es como quien dice, siempre haz tu segundo esfuerzo.(siempre hay un segundo esfuerzo, cuando el primero falló, el segundo se convierte en el primero, y así sucesiva mente).
Mejor maestro y guía, la vida mía, que tal vez no sea tan parecida a tu vida, aunque haya similitudes cada quien construye su propio camino algunos dejan huellas, más el tiempo borra todo, al igual lo borra el clima y el movimiento de la tierra, para que comience de nuevo todo, adquieras experiencia o modifiques cosas viejas.
AMA, PERDONA Y OLVIDA.
Hilda María/ Febrero 2017

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